TORONTO – Los Dodgers no eran ajenos a la escena, que se repitió una y otra vez esta semana, desde el momento consagratorio de Joe Carter en 1993, cuando disparó un jonrón por encima de la barda del jardín izquierdo para ganar la Serie Mundial y asegurarse una vida de hospitalidad canadiense.
Pero en la noche en que Carter se presentó en el Rogers Centre para realizar el primer lanzamiento previo al juego y para ponerse la chaqueta de jonrones de los Azulejos, fueron los Dodgers quienes encontraron esa misma verja a su gusto.
Will Smith y Max Muncy conectaron jonrones solitarios en la séptima entrada por la línea del jardín izquierdo, directos al territorio de Carter y a los corazones de los Azulejos y sus aficionados para derrotar a un Kevin Gausman por lo demás excepcional. Y con Yoshinobu Yamamoto creciéndose en el Juego 2 con otra joya monticular al lanzar toda la ruta, esos tablazos fueron los que cambiaron el rumbo de la victoria de los Dodgers por 5-1 el sábado.
Con el relevo intermedio de Los Ángeles en aguas turbias, Yamamoto los tranquilizó con una actuación eficiente en la que superó a Gausman y, una vez más, cumplió a cabalidad con el contrato de lanzador más grande en la historia del deporte. Se convirtió en el primer pitcher en tirar juegos completos consecutivos de postemporada desde Curt Schilling, de los Diamondbacks, en 2001.
“Han sido divertidos estos últimos dos juegos”, dijo Smith sobre Yamamoto. “Puede hacerlo todo. Localiza muy bien su recta, domina la curva y el split. Hoy ha lanzado buenas rectas cortadas y algunas de dos costuras. Simplemente lo tenía todo bajo control y realmente los desequilibraba”.
La etiqueta de «abridor del Juego 2» suele sugerir el segundo mejor. Pero tanto Yamamoto como Gausman estaban sobrecalificados para la asignación, ofreciendo a los 44,607 jugadores un duelo a la antigua y bien recibido por quienes desean recuperar la prominencia del lanzador abridor.
En otras palabras, eran ases en todos los aspectos, excepto en la asignación.
Y lanzaron como tales.
Yamamoto estuvo tirando toda su colección de lanzamientos a los bateadores de Toronto y todo funcionó a la perfección. El split espectacular, la curva ‘yo-yo’, la potente recta de cuatro costuras, algunos rectas cortantes, sliders y sinkers. Todo zumbaba, se movía y vibraba. En el primer juego, los Azulejos habían tenido éxito al trabajar de forma paciente contra Blake Snell en una noche en la que su dominio se desmoronó y lograron castigar al dudoso bullpen de Los Ángeles.
Pero Yamamoto no cedió, salvo por el elevado de sacrificio que permitió en el tercero.
“Intentaba entrar al partido relajado, pero es una Serie Mundial”, dijo Yamamoto a través del intérprete Yoshihiro Sonoda. “Al principio, estaba lanzando con una tensión innecesaria. Simplemente fui adaptándome a medida que avanzaba el partido”.
Gausman tampoco se rindió. Los Dodgers habían atacado primero en la primera entrada, cuando Freddie Freeman conectó un doble con dos outs y Smith bateó un sencillo para traerlo al plato. Pero Gausman retiró a los siguientes 17 bateadores que enfrentó.
Hasta que Smith salió a batear en la séptima.
El tenso duelo buscaba a alguien que rompiera la tensión, y Smith, quien había sufrido una pequeña fractura en la mano derecha al final de la temporada y jugó con dolor, conectó su primer extrabase de la postemporada. Con un out y nadie en base, la oferta de Gausman con cuenta de 3-2 a Smith estaba arriba y adentro, y Smith conectó el lanzamiento para elevarlo al segundo nivel, justo dentro de la línea del jardín izquierdo.
Así, la racha de excelencia de Gausman llegó a su fin, y los Dodgers volvieron a la cima, 2-1.
Un out después, fue Muncy, el líder histórico de jonrones de los Dodgers en postemporada, quien desapareció otra pelota más en octubre. La recta de Gausman con cuenta de 2-2 al zurdo Muncy estaba arriba y fuera, y Muncy extendió la mano y la alcanzó para enviarla al bullpen de los Azulejos, un lugar prácticamente idéntico al famoso cuadrangular de Carter en el Clásico de Otoño.
Aunque la ventaja de 3-1 parecía inmensa dado el ritmo de Yamamoto, sumaron otro par de carreras contra el relevista de los Azulejos, Louis Varland, en la octava. Sin embargo, Yamamoto no lo necesitó. Ponchó a los tres bateadores en la parte baja de la entrada y luego regresó en la novena para terminar lo que había empezado.